La respuesta de los vecinos de Toledo, especialmente los del barrio de Santa María de Benquerencia, superó la mejor de las expectativas.
Según los organizadores, se consumieron más de 2.000 litros de cerveza y asistieron más de 4.000 personas.
A las 12 de la mañana, hora anunciada de inicio de fiesta, ya eran muchos los vecinos que se acercaban al recién inaugurado recinto ferial de Santa María de Benquerencia atraídos por las carpas y la música. En pocos minutos, las colas frente a los grifos de las nueve cervecerías participantes eran notorias; colas que no desaparecieron durante las más de doce horas que duró el evento.
En total cuentan que se consumieron más de 2.000 litros de cerveza con una afluencia de público de más de 4.000 personas.
Entre los asistentes se comentaba no recordar un evento nuevo en la ciudad con la respuesta e implicación de público comparable a la que se vivió ayer, superando ampliamente la previsión de los cerveceros. Muchos tuvieron que viajar varias veces a sus fábricas para reponer barriles. Igual sorpresa se llevaron los hosteleros que les acompañaban: desbordados por la demanda, se vieron obligados a cambiar y a ampliar sucesivamente su oferta gastronómica.
Los organizadores califican la experiencia de «éxito rotundo» sustentado, sobre todo, en la espectacular respuesta de los toledanos, mención especial para los vecinos del barrio de Santa María de Benquerencia. Sobre la afluencia de ayer argumentan no sólo el interés que están suscitando las cervezas locales y provinciales; sino también el acierto en ofrecer en los barrios acciones culturales con carácter festivo, participativo e identitario. Destacan, además, el buen ambiente y civismo que protagonizaron la jornada.